James Norton, protagonista de la serie histórica de la BBC Rey y Conquistador (King and Conqueror), ha confirmado en una entrevista reciente que ya ha comenzado el desarrollo de la segunda temporada. Lo curioso: no participará en ella.
Norton, que interpreta al rey Harold, cerró su arco en el episodio final de la primera temporada, pero eso no impide que la historia siga adelante. El actor, también productor ejecutivo junto a Kitty Kaletsky desde su compañía Rabbit Track Pictures, asegura que aún hay mucho por contar.
“Estamos trabajando en ello. Hay conversaciones en marcha”, explicó Norton. “Tenemos mil años de historia por explorar… y personajes increíbles como William, Matilda o Edith aún sobre la mesa”.
Todo apunta a que la trama continuará desde el punto de vista de William el Conquistador, papel que interpreta Nikolaj Coster-Waldau, conocido por su papel de Jaime Lannister en Game of Thrones. El actor danés también se ha mostrado abierto a retomar el personaje en una hipotética segunda entrega.
“Después de Hastings pasan muchas cosas. Lo que hizo William con Inglaterra fue brutal… pero el gran giro es que la revuelta más fuerte vino de su propio hijo”, adelantó Coster-Waldau.
Aunque la segunda temporada aún no ha sido confirmada oficialmente por la BBC, todo indica que King and Conqueror tiene cuerda para rato.
El final de la temporada 1 deja interrogantes abiertos
Aunque el arco de Harold se cierra de forma definitiva tras la Batalla de Hastings, el último episodio de King and Conqueror no resuelve todo. La serie termina dejando en el aire qué pasará con personajes como William, Edith o Matilda, y cómo evolucionarán sus relaciones y ambiciones tras la conquista de Inglaterra.
Los seguidores se han quedado con varias incógnitas: ¿veremos las revueltas que William tuvo que sofocar como nuevo rey? ¿Profundizarán en el conflicto con su hijo, que históricamente acabó traicionándole? Estas líneas narrativas, aún por explorar, abren la puerta a una segunda temporada con un enfoque más oscuro y político, algo que los propios creadores han insinuado en entrevistas recientes.
Este tipo de finales abiertos no solo alimenta la expectación, sino que encaja con el estilo de las grandes producciones históricas que apuestan por el largo recorrido narrativo. La historia, desde luego, ofrece material de sobra.
