Pipiolas presentan No tocar, una nueva pieza que amplía los márgenes de su propuesta musical. El single, cargado de mensaje, se incorpora a su repertorio como una composición directa, fresca y crítica, en la línea que ha caracterizado al dúo desde sus primeras publicaciones. Esta nueva canción, con producción a cargo de Vau Boy y masterización de Xavier Alarcón, mantiene la intensidad que ya dejaron ver en No Hay Un Dios, pero con un enfoque más afilado y visualmente narrativo.
Desde sus inicios, Pipiolas han demostrado una aproximación al pop que no se limita a lo musical. Su mirada multidisciplinar, elocuente y con referencias amplias, ha conectado con figuras clave del panorama nacional como Rigoberta Bandini, Ginebras o Kiko Veneno, con quienes han compartido colaboraciones y escenarios. No tocar da un paso más en esa evolución, confirmando su intención de explorar territorios poco transitados en el pop actual.
Una pieza audiovisual ambientada en el Museo del Romanticismo
El videoclip que acompaña al single ha sido dirigido por Paula, una de las dos integrantes del dúo. El rodaje se realizó íntegramente en el Museo del Romanticismo de Madrid, y la propuesta visual refuerza el discurso del tema: dos figuras femeninas atrapadas en una época que las exhibe como piezas de museo, incapaces de actuar o decidir, pero obligadas a ser vistas. El juego conceptual se apoya en una estética ochentera y una actitud irreverente que bebe de las divas de aquella década, adaptada a un contexto contemporáneo y de crítica social.
La dirección de fotografía está firmada por Joel Burgès, habitual colaborador de artistas como Amaia, Morad, Dellafuente o Bad Gyal, y responsable de campañas visuales para marcas como Nike, Zara, Reebok o Mango. Esta alianza suma valor técnico y artístico al videoclip, que se aleja de los convencionalismos del videoclip pop para situarse en un terreno más narrativo, casi expositivo.
Con este nuevo lanzamiento, Pipiolas consolidan su perfil como creadoras totales: escriben, cantan, dirigen y construyen una identidad que va más allá de lo musical. Su perfil artístico, combativo y energético se refleja tanto en la forma como en el contenido. No tocar no busca complacer, sino hacer reflexionar, desde una estética propia que no renuncia al ritmo, ni al estilo.
Nota: Contenido actualizado el 21/10/2025 18:54















