Crónica Sonorama 2023: Amaral y Arde Bogotá revolucionan Aranda

Transcurrió un Sonorama 2023 sin muchas sorpresas o sobresaltos. El jueves Lori Meyers y León Benavente dejaban contentas a las 35.000 personas que cada día abarrotan el recinto del Picón de Aranda de Duero. El viernes Viva Suecia, Vetusta Morla y Sidonie cumplían en la emotiva y merecida despedida de Second de Sonorama y del público Arandino. Demos aquí un 10 a una organización que supo reconocer la historia y el paso de una banda tan carismática en el festival como en la música indie.

Un Sonorama que ha intentado o querido «sacrificar» de alguna manera su mítica Plaza del Trigo programando escenarios y sorpresas no tan llamativas como otros años para intentar frenar la afluencia de público. Pero ha sido sin éxito dado que los accesos a dicha plaza han tenido que cortarse todos los días antes de media mañana para frustración de muchos.
Y un recinto que a pesar de los anuncios de que este año iba a estar más acotado en número de asistentes, no se ha notado más bien, al contrario con excesos de aforo o problemas de movilidad manifiestos en determinados puntos y horarios.

Pero lo dicho, un Sonorama que discurría muy tranquilo, muy Soorama, hasta que Eva Amaral revolucionó el festival. Casi al final de su concierto 25 aniversario, Eva ha tomado la palabra y ha explicado que el siguiente tema iba dedicado a Rocío, Zahara, Rigoberta, Bebe... y tantas mujeres que ven amenazada su dignidad y reivindicar su fortaleza. E inmediatamente, ha dejado caer su vestido de lentejuelas rojas que ha lucido durante toda su actuación y se ha puesto a interpretar ‘Revolución’ mostrando sus pechos.

Un gesto con el que ha querido apoyar a Rocío Saiz, a la que un policía obligó a taparse los pechos durante el concierto que estaba ofreciendo en Murcia el pasado mes de junio y que, sin lugar a dudas, se ha convertido en uno de los momentos únicos de Sonorama Ribera y donde ningún policía ha detenido la actuación.

Y después de este momento que sin duda es historia de los ya 26 años de Sonorama Ribera era el turno para Arde Bogotá. ¿Qué hacer ante este escenario y público? Pues lo que saben hacer y con lo que se han consagrado. Un directo arrollador desde los primeros acordes de guitarra hasta el confeti final. Y es que pocas veces en Sonorama o en cualquier otro festival este redactor ha visto tal comunión entre una banda tan joven y con «tan poca rodadura» con un público que desde mucho antes de su actuación ya aguardaba bajo el escenario. En definitiva, un directo arrollador, eléctrico, dirigido por un frontman muy característico que en conjunto y si ellos quieren van a marcar una época desde ya y hasta dentro de muchos años.

Viva Eva Amararal, Gracias Sonorama, larga vida a Arde Bogotá

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