Después de años de silencio digital, Tron: Ares aterriza con fuerza en la gran pantalla, dispuesto a reactivar la nostalgia del universo cibernético de The Grid. Con Jared Leto, Evan Peters y Greta Lee al frente, esta secuela futurista combina una factura visual impecable con una historia que se queda a medio gas. Aun así, hay razones para volver a enchufarse a la red.
¿Qué cuenta Tron: Ares y cómo se conecta con las anteriores?
A pesar de llegar 15 años después de Tron: Legacy (2010), esta nueva entrega funciona como un filme independiente, aunque incluye guiños para fans, como la aparición de Jeff Bridges. En esta ocasión, el conflicto gira en torno a una carrera tecnológica por controlar la IA, con una trama ambientada más en el mundo real que en el universo digital de The Grid.
El joven CEO Julian Dillinger (Peters) ha conseguido transferir objetos y programas desde The Grid al mundo físico, incluyendo al supersoldado Ares (Leto). Pero todo tiene una pega: estos elementos se desintegran a los 29 minutos. Mientras tanto, Eve Kim (Greta Lee), líder de la rival tecnológica ENCOM, intenta resolver el misterio del “código de permanencia”, que podría cambiarlo todo.
¿Vale la pena a nivel visual y narrativo?
Desde luego, en lo visual, Tron: Ares cumple con creces. La escena de persecución en moto por las calles, con los clásicos lightcycles dejando estelas de energía, es uno de los grandes momentos del film. Sin embargo, el resto de las secuencias de acción , en tierra, aire o mar digital, no logran el mismo impacto.
Narrativamente, el guion es más funcional que profundo. Se tocan temas como la ética de la inteligencia artificial y la existencia digital, pero todo queda en un nivel superficial. La película se disfruta mejor como entretenimiento ligero que como obra filosófica.
¿Qué papel juega la banda sonora de Nine Inch Nails?
Aquí es donde Tron: Ares realmente brilla. La banda sonora compuesta por Nine Inch Nails (con Trent Reznor y Atticus Ross) se convierte en el alma del film. Al igual que Daft Punk en Legacy, su aportación trasciende la imagen para definir el tono, el ritmo y la identidad del universo que propone esta entrega. No es solo música de fondo; es el motor emocional de muchas escenas.
La dirección de Joachim Rønning (conocido por Piratas del Caribe: La venganza de Salazar) es sólida, aunque poco arriesgada. Sabe mantener el ritmo y sacar provecho a la estética, pero no se aventura más allá de lo establecido. A pesar de sus debilidades, Tron: Ares consigue ser una experiencia entretenida para los fans del universo tech noir.
Para quienes buscan una inmersión estética con buen sonido, esta tercera parte es una opción recomendable. No revoluciona la saga, pero mantiene viva la chispa de The Grid.
Nota: Contenido actualizado el 23/10/2025 09:13









