En 1998, a pocos meses del estreno de Toy Story 2, un accidente dentro de los servidores de Pixar estuvo a punto de hacer historia… por las razones equivocadas. Un comando mal ejecutado en el sistema interno comenzó a eliminar archivos clave del proyecto en tiempo real. Sin backup actualizado y sin un sistema de almacenamiento en la nube (aún incipiente en aquel entonces), el caos se apoderó del estudio. El 90% de la película desapareció del sistema.
El borrado accidental que paralizó Pixar
En cuestión de minutos, modelos, escenas y animaciones completas de personajes como Woody, Buzz o Jessie quedaron reducidos a líneas de código corrompido. El equipo intentó frenar el desastre desconectando servidores, pero era tarde: la película estaba prácticamente perdida.
La situación era tan crítica que Pixar consideró retrasar o incluso cancelar el proyecto. En ese momento, uno de los técnicos gritó una posibilidad: Galyn Susman, una de las productoras técnicas, llevaba semanas trabajando desde casa tras dar a luz a su segundo hijo… y podía tener una copia del proyecto en su ordenador personal.

A contrarreloj, un equipo de ingenieros fue hasta su casa, literalmente con una manta térmica envolviendo el equipo, para trasladar con sumo cuidado el disco duro. En él, había una versión casi completa del film. Esa copia fue suficiente para reconstruir todo el proyecto y salvar la película.
Una copia doméstica que salvó a Woody y Buzz
Galyn Susman, que había trabajado en Toy Story y Bichos, no solo salvó Toy Story 2; también ayudó a cambiar para siempre las prácticas de seguridad interna de Pixar. Desde aquel episodio, la compañía implementó sistemas de backup automáticos, protocolos de verificación doble y redundancia de servidores.
Un detalle curioso: durante la reconstrucción del proyecto, se detectó que algunas secuencias habían sido modificadas por error en la versión casera. Entre ellas, una escena donde la capa de pelo de Jessie estaba mal renderizada y parecía flotar en el aire. El equipo lo detectó justo a tiempo y volvió a renderizarla antes del corte final.
Hoy, Susman es considerada una heroína silenciosa del cine animado. En 2023, tras anunciar su jubilación, Pixar la homenajeó en privado con una proyección especial de Toy Story 2 para el equipo original, recordando aquel momento decisivo donde una madre, su bebé y un ordenador en casa salvaron una superproducción de Hollywood.









