KPop Demon Hunters no solo arrasa en Netflix, con más de 236 millones de visualizaciones, sino que está redibujando el mapa turístico de Corea del Sur. Desde su estreno en junio, la cinta ha convertido localizaciones como Naksan Park, Bukchon Hanok Village o la Torre de Seúl en paradas obligadas para los fans.
Los efectos son inmediatos: el Museo Nacional de Corea ya ha batido su récord histórico de visitantes y sus tiendas no dan abasto vendiendo productos inspirados en los personajes de la película, como el cuervo y el tigre. También se disparan las visitas a cafés, estudios de música y spas tradicionales.
Cifras de récord
Entre junio y agosto, las menciones a lugares como Naksan Park en redes sociales casi se duplicaron. Además, las reservas de actividades como alquiler de hanbok, visitas a jjimjilbangs y clases de baile K-pop han subido entre un 30 % y un 575 %, según datos de plataformas como Creatrip.
Los fans también imitan los hábitos culinarios de los protagonistas, provocando un boom de platos como gimbap, sopa de arroz o ramen instantáneo. Grandes marcas, como Nongshim, lanzarán ediciones especiales de productos con los personajes del film.
Según la Organización de Turismo de Corea, el país recibió 1,73 millones de visitantes en julio, un 23 % más que el año pasado. Se espera que en 2025 se superen los 20,9 millones de turistas, moviendo más de 20.000 millones de dólares.







