Hay discos que confirman trayectorias, y otros que las redefinen. Carlos Ares parece haber conseguido ambas cosas con “La Boca del Lobo”, su segundo trabajo de estudio, que ya puede escucharse en plataformas digitales. Si su anterior álbum, “Peregrino”, supuso una carta de presentación aclamada —Premio MIN al Mejor Álbum Pop incluido—, este nuevo lanzamiento ahonda en las contradicciones, los miedos y los símbolos que rodean al oficio de hacer canciones. Un viaje introspectivo, pero también técnico y musical, en el que el artista compostelano firma, una vez más, todas las composiciones y la producción del disco. No es solo un nuevo capítulo: es la demostración de que lo suyo va más allá de una moda.
De la carretera al estudio: cómo el directo ha transformado su forma de crear
El 2024 de Carlos Ares ha estado marcado por la intensidad del directo. Tras agotar entradas en salas de toda España y participar en numerosos festivales con una banda de músicos versátiles y bien cohesionados, su conexión con el público ha influido directamente en la gestación de “La Boca del Lobo”. Esta nueva colección de canciones nace de la fricción entre esa exposición escénica y un proceso creativo cada vez más orientado a lo visceral. El resultado es un disco en el que la organicidad no es un añadido estético, sino el núcleo mismo de su propuesta.
De nuevo bajo el sello BMG España, el álbum plantea una lectura simbólica del crecimiento artístico. No se trata de un enfrentamiento entre luz y sombra, sino de aceptar que ambas conviven. En este punto, Carlos Ares pone sobre la mesa los temas que atraviesan la vida de quien convierte su intimidad en material artístico: el ego, la exposición, el amor reinterpretado desde el desarraigo, la ambición, la vulnerabilidad. Lejos de buscar respuestas cerradas, el gallego prefiere entrar en la boca del lobo con prudencia, pero sin freno.
Canciones que evolucionan su sonido sin perder su firma autoral
A los adelantos ya conocidos —“Importante”, “Autóctono”, “Días de Perros” y “Páramo”— se suman ahora más de media docena de cortes inéditos. El tema que da nombre al álbum, “La Boca del Lobo”, abre el disco con una reinterpretación del amor desde la herida y la contemplación. Le siguen piezas como el dúo conceptual formado por “Un Beso del Sol” y “Con Un Solo Dedo”, donde la experimentación rítmica no sacrifica la emoción. En “Ultimátum”, Carlos Ares recupera el pulso urbano que ya es parte de su ADN y que conecta con “Amigo”, uno de los momentos más comentados de su anterior trabajo. “Lenguas Calvas” hace de bisagra entre los dos universos que conforman su discografía, y el cierre instrumental “Mineral” actúa como despedida abstracta y elegante.
En conjunto, el disco representa un paso adelante. Si “Peregrino” construyó un paisaje sonoro de autor con alma pop, “La Boca del Lobo” expande ese territorio hacia zonas más complejas, sin perder el hilo conductor de una lírica cuidada y una producción que nunca se queda en lo superficial. Cada canción parece pensada como una pequeña cápsula narrativa y sonora, sin concesiones a la obviedad.
La publicación digital de “La Boca del Lobo”, disponible desde el 16 de mayo, viene acompañada del pre-order de su edición en vinilo, que incluirá un regalo exclusivo para los primeros compradores. Mientras tanto, Carlos Ares continúa su gira nacional, que ya acumula más de cincuenta fechas confirmadas y que comienzan el próximo sábado 24 de mayo en Festial! de Alcazar de San Juan o el 30 de mayo con la presentación oficial del álbum en Madrid, dentro del Festival Tomavistas. Si su primer disco fue una promesa cumplida, este segundo confirma su ambición por seguir desafiando límites. No se ha salido del camino, ha decidido abrir el suyo propio
Carlos Ares *LA BOCA DEL LOBO*
Nota: Contenido Actualizado con fecha 18/05/2025 07:43
