El pasado fin de semana, 2 y 3 de septiembre, tuvo lugar la tercera edición del Festival Gigante, que dio un importante paso adelante en el camino hacia su confirmación como uno de los festivales a tener en cuenta en el calendario musical anual.
Esta edición del Gigante ha contado con la asistencia de más de 15.000 personas sin duda atraídas por las novedades que ya te comentábamos en los días previos al festival. Este año el festival crecía incorporando un escenario más lo que les permitía tener más grupos, más actuaciones, mejores instalaciones y una zona de restauración mucho más amplia, más facilidades…
Durante estos dos días hemos podido disfrutar de jornadas intensas llenas de música sin interrupciones marcadas por la ausencia de Supersubmarina (originalmente unos de los cabezas de cartel de esta edición) quienes, sin embargo, estuvieron muy presentes durante todo el festival.
Esta es la crónica de lo que vivimos durante estas dos jornadas de Festival Gigante.
Viernes 2 de septiembre
Kurt Baker inauguró el día en el Escenario Gigante y Jacobo Serra después hizo lo propio en el Escenario Supersubmarina, creando un ambiente de lo más agradable, gente saltando y cantando bajo sus pautas y los que preferimos disfrutar de su dulzura sentados en el césped al refugio del calorazo que hacía en el Estadio Fuente de la Niña.
Frescura fue lo que trajeron los murcianos Nunatak con sus camisas hawianas, finalizando con una versión de Mecano, “Me colé en una fiesta”.
Con Egon Soda llegó el momento en que el festival empezó a tomar color pero aún sin mucho público. Acabaron con “Reunión de Pastores, Ovejas Muertas” invitando a Sidonie a subir al escenario a compartirla con ellos.
Con las últimas luces de la tarde llegaron los valencianos de La Habitación Roja que nos ofrecieron un directo espectacular, haciendo bailar a los asistentes durante toda la actuación con éxitos como “Volverás a brillar”, “You Gotta Be Cool”, “Indestructible”, “La Moneda en el Aire”, “Nuestro momento” y “Ayer”.
Zahara comenzó con “Tú me llevas”, nos puso melancólicos con “El Universo” y “Camino a L.A.” y nos hizo bailar con la coreografía de “Caída libre”.
Acabada su actuación vimos correr del Escenario Gigante al Escenario Supersubmarina, donde ya sonaban los primeros acordes de “Carreteras Infinitas” de fondo, a Edu Martínez para hacer doblete a los teclados. Empezaban los grandes Sidonie, cabeza de cartel del viernes y el grupo que ha tenido que sustituir en el festival a Supersubmarina que como todos sabemos no pudieron estar aquí por un accidente de tráfico.
Es imposible no saltar, cantar y gritar cuando ellos están ahí repasando todo su repertorio. El momento más emotivo (y a la vez explosivo) de la actuación y del festival fue cuando salieron los chicos de La Habitación Roja para tocar y cantar todos juntos “Viento de cara” y homenajear así a los de Baeza.
Entre cañonazos de confeti acabaron un concierto para recordar mucho tiempo con su tema “Estáis aquí”.
El Gigante no nos daba descanso y después de toda esta euforia, La Gran Pegatina llenó el Escenario Gigante con sus trece componentes, para no dejarnos parar ni un momento con esa locura desenfrenada a la que nos tienen acostumbrados pero este año especialmente con su formación de <b en la que reversionan sus propias canciones para llevarlas a un nivel aún mayor.
Después de una necesaria pausa para reponer fuerzas nos dimos cita de nuevo frente al Escenario Gigante para terminar la noche viendo a los burgaleses de La MODA que siempre triunfan allá donde van con su show y su gira de “La Primavera del Invierno” aunque apenas varíen el guion en sus actuaciones.
Sábado 3 de Septiembre
La segunda jornada del Gigante, empezó con mucha fuerza gracias a un grupo cordobés muy jovencito, que nos sorprendió muy gratamente y que seguiremos de cerca porque llegarán lejos y cuyo batería no pasa desapercibido, hablamos de Embusteros. Muy agradecidos con el festival por darles esta oportunidad mostraron que no tienen miedo a un escenario de ese tamaño y mostraron gran parte de sus canciones, terminando con una versión de “Eloise” del gran Tino Casal en el año en que se cumplen 25 años de su muerte.
Después vino Morgan para deleitarnos con su dulce voz y darnos un momento para el relax. El grupo francés Exonvaldes nos cautivó con su actuación. Su cantante, Simon Beadoux se esforzó mucho por hablar español e interactuar con el público y hasta bajó del escenario para saludar a los valientes que aguantaban con un sol de justicia.
A continuación, acabamos hipnotizados con Aurora & The Bretayers, sesión de soul elegante, gran banda, grandes coros y por supuesto, grandísima e imponente la voz de la propia Aurora.
El punto de inflexión de la tarde llegó con Second, caída del sol, y ambiente ya de festival, con mucho público coreando canciones como “2502”, “Muérdeme”, “N.A.D.A.” y “Nivel inexperto”.
Mientras era el turno de Sidecars en el escenario Supersubmarina y el posterior de Miss Caffeína en el Gigante, arropados como siempre por numerosos fans, nuestra atención se desplazó al Escenario Coca-Cola a ver a dos propuestas muy interesantes.
La primera de ellas los zaragozanos Valparadiso que siguen presentando su disco homónimo y que agradecieron su oportunidad en el festival (aun con batería improvisado) y gustaron a los muchos que les veían, casi por casualidad, al coincidir su actuación con la hora de la cena justo junto al escenario.
Y después el grupo que para nosotros es la revelación del momento, hablamos de los vizcayenses Shinova. Están a punto de estrenar el que será su cuarto álbum de estudio pero este final de verano está siendo el de su consolidación. Están demostrando que su paso por la Plaza del Trigo en el pasado Sonorama no era ningún regalo y que su nuevo disco “Volver” les va a llevar a lo más alto y a cualquiera de los otros dos escenarios en alguna próxima edición del Gigante.
Y aún nos dio tiempo después a ver el final de Quique González y los Detectives y su repertorio muy rockero y cuidado. Especial mención a su colaboración de la vocalista de Morgan. Todas las miradas se centraron en el escenario Gigante cuando llegó el momento de la actuación más esperada del festival, Amaral. Con una puesta en escena muy nocturnal protagonizada por una gran luna llena que se iba destapando mientras salían rodeada de un cielo estrellado.
“Revolución” puso al público a saltar desde el minuto uno para continuar con un repaso por todos sus grandes hits como “Kamikaze”, “Como Hablar”, “El universo sobre mi” y “Sin ti no soy nada”, combinando con algunas canciones de su último trabajo. Sin duda un grupo que siempre sorprende por muchas veces que los veas y que convierten un concierto en una fiesta.
Ya quedaba poquito festival, pero aún teníamos uno de los grupos marcados en rojo en nuestra lista. Hablamos de Monarchy quienes a pesar de nuestro cansancio siempre nos hacen saltar y bailar durante toda su actuación. Su puesta en escena es sencilla pero a la vez es un espectáculo musical y visual perfectamente sincronizado que se transmite al público y siempre deja a todos con ganas de volver a verlos muy pronto.
Y con la imagen de fondo de su nuevo disco Erlo el electropop de Grises sacó de nosotros las últimas fuerzas que nos quedaban para dejar atrás un Gigante 2016 del que nos despedimos con un muy buen sabor de boca.
Un festival que crece año a año aunque sólo tenga tres ediciones a su espalda, en el que la organización sabe en qué tiene que mejorar y que para el año que viene seguro que aún mejoran mucho más y corrigen los fallos y errores de esta edición como el poner más y mejores zonas para ir al baño ya que las que había se quedaron muy escasas y al final de cada noche era mejor no acercarse por allí.
Pero no empaña que el Gigante es un festival ideal para ver música, que ha sabido crear un cartel muy completo y equilibrado donde incluye tanto a grupos consagrados como a grupos noveles y que con su nueva distribución de tres escenarios ha alcanzado una madurez y dimensiones óptimas para disfrutar de la música.
Nota: Contenido Actualizado con fecha 02/09/2024 06:43
